Este mes de mayo, el Decreto 4 de la Congregación General 32 (CG 32), “Nuestra misión hoy: Servicio de la Fe y promoción de la Justicia”, cumplirá 41 años. El ocho de mayo de 1975, el Padre Pedro Arrupe, Superior General de la Compañía de Jesús (1968-1979), promulgaba los Decretos de la CG 32.

En el 2015, al celebrar los 40 años de ese acontecimiento, el Padre Ivern, jesuita, publicó este artículo en la Revista de Espiritualidad Ignacia, “Itaicí”. Durante el generalato del Padre Arrupe, el autor, fue Consejero General de la Compañía de Jesús, participó de la CG 32 y fue miembro de la comisión de redacción de este Decreto 4. Actualmente es Vice-Rector de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Rio de Janerio.
El impacto que tuvo ese Decreto 4, tanto dentro como fuera de la Compañía de Jesús, fue muy grande y profundo.
San Ignacio de Loyola, y los primeros compañeros que con él fundaron la Orden en 1540, decían que la Compañía, según consta en la Fórmula del Instituto aprobada por Julio III, está “fundada principalmente para emplearse en la defensa y propagación de la fe y en el provecho de las almas en la vida y doctrina cristiana”.
Después de todos estos años, y teniendo presente que el 1° de octubre de 2016 la Compañía de Jesús estará reunida en Congregación General, la número 36 de su historia como Orden Religiosa, el Padre Ivern se pregunta “ si la definición de nuestra misión en aquellos términos continua siendo válida todavía hoy”.
Están invitados a leer su reflexión.

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