Santo Domingo (EFE).- Monseñor Francisco Ozoria Acosta es desde este sábado el nuevo arzobispo de la capital dominicana, quien al asumir esta misión dijo que daba “gracias a Dios por su inmenso amor y desbordante misericordia” y también agradeció al papa Francisco por confiarle “el gobierno pastoral de la Iglesia de Santo Domingo”.

En su primera homilía, celebrada en la Catedral Primada de América, a las 09.00 hora local (13.00 GMT), Ozoria Acosta, escogió la Primera lectura del Libro de los Reyes, la Carta de San Pablo a los Efesios y la parábola del Buen Pastor del Evangelio según San Juan porque quiere apropiarse de “lo que en ellas se dice”, explicó.
“Vengo a esta iglesia como pastor, no me pidan más, no soy economista, sociólogo ni comunicador, vengo como pastor. Quiero encarnar a Jesús, que conoce la ovejas y da la vida por ellas”, destacó, como parte de su mensaje.
Durante la toma de posesión canónica, que estuvo encabezada por el nuncio apostólico, monseñor Jude Thaddeus Okolo, y por diversas personalidades, incluido el presidente dominicano, Danilo Medina, también agradeció el apoyo y solidaridad de la Conferencia Episcopal Dominicana y reiteró que asume esta “misión grande”, con “la fuerza y la gracia de Dios”.
Su trayectoria ha estado marcada por la defensa de los inmigrantes, los pobres y los débiles, postura que destacó durante su primera homilía, al señalar que “hoy y siempre, los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio. Hay que decir que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres”.
Posteriormente, celebró una misa ante miles de personas que se dieron cita en el Estadio Olímpico de Santo Domingo para conocer y escuchar al nuevo arzobispo.
“En mis tareas como formador y promotor vocacional en mis 38 años de trabajo pastoral he tratado de hacer mía esta frase, este pensamiento orientador: Dios no llama a los capaces y sí capacita a los que llama”, aseguró durante el encuentro.
La elección de Ozorio Acosta para suceder al arzobispo emérito Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, quien estuvo durante 35 años al frente de la arquidiócesis, supone una apertura en la Iglesia según los ideales y la visión social del papa Francisco.
Nacido el 10 de octubre de 1951, Ozoria Acosta fue ordenado Sacerdote en 1978, y destinado a trabajar en la Pastoral Vocacional de San Francisco de Macorís, fue director de la Obra Diocesana de las Vocaciones Sacerdotales, vicerrector y formador del Seminario Menor Santo Cura de Ars, La Vega (1978-1981).
Posteriormente, fue nombrado Párroco de la Parroquia María Madre de la Iglesia, en San Francisco de Macorís (1981-1988), y Vicario de Pastoral; fue también Párroco de San José la Bomba de Cenoví, San Juan Bautista de Pimentel y de la Catedral Santa Ana.
En 1988 fue enviado a Roma para hacer una especialidad en Teología Pastoral en la Pontificia Universidad Lateranense. Al regreso de Roma (1990), fue destinado al Pontificio Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino como Formador y Profesor de Teología Pastoral.
Desde el 1992 fue párroco de las parroquias Santísima Trinidad (Nagua) y San Francisco de Asís de “El Factor” (Nagua) y de Santiago Apóstol de Arroyo al Medio.
En 1997, al crearse la Diócesis de San Pedro de Macorís, fue nombrado por el papa Juan Pablo II como su primer Obispo. Recibió la ordenación episcopal en marzo del mismo año, y en la misma celebración tomó posesión canónica de su Diócesis.
Su trayectoria ha estado marcada por la defensa de los inmigrantes, los pobres y los débiles, postura que destacó durante su primera homilía, al señalar que “hoy y siempre, los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio. Hay que decir que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres”.
Su antecesor, López Rodríguez, durante su servicio como arzobispo, mostró una postura férrea contra el aborto y el matrimonio homosexual, y con su renuncia en junio pasado pasa a ser arzobispo emérito y seguirá ostentando la condición de cardenal de por vida.

FUENTE: PERIODICO ACENTO