SANTO DOMINGO. El papa Francisco nombró ayer obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Santo Domingo a monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández y al sacerdote Jesús Castro Marte, informó la Nunciatura Apostólica en la República Dominicana. Castro Marte nació el 18 de marzo del 1976 en el municipio de Guerra, en Santo Domingo y su experiencia pastoral incluye la de párroco de las parroquias San Antonio de Padua y Santa Lucía Mártir y Arcipreste de la Zona Pastoral de Villa Mella; también las de San José, Cristo Rey del Universo y Madre de Dios, en Yamasá, Monte Plata.Desde octubre de 2012 funge como rector de la Universidad Católica de Santo Domingo.

En tanto, Benito Ángeles Fernández, nació el 17 de marzo de 1949, en Rio Seco, la Vega. Fue párroco de las iglesia Nuestra Señora de Fátima, en Bonao; de la de Cristo Rey, Jima Abajo y Santísima Trinidad, Las Carolinas, de La Vega (CEFIJUFA)También profesor de Teología Moral, en el Seminario Santo Tomás de Aquino y rector de la Universidad Católica Tecnológica del Cibao, (UCATECI).

Identidad y funciones del Obispo Auxiliar

De acuerdo con el Pbro. Lic. Juan Alberto Pequeño, desde los tiempos apostólicos existe un principio inquebrantable según el cual cada Iglesia particular, es decir, cada comunidad diocesana tiene un solo Obispo como cabeza y pastor de la comunidad. Conforme a este principio, cada diócesis esta bajo el cuidado pastoral del Obispo diocesano (c. 376). Pero también existen los Obispos titulares, algunos de los cuales no se les encomienda una diócesis concreta, sino que colaboran estrechamente con el Obispo diocesano en el gobierno y en el cuidado pastoral de la diócesis. Existen dos clases de obispos titulares: los Obispos coadjutores y los Obispos auxiliares.

El Obispo coadjutor lo nombra la Santa Sede en el momento que le parece más oportuno, y las razones radican principalmente en la persona del obispo diocesano, aunque puede haber otros motivos como por ejemplo, la intención de prevenir dificultades en la futura provisión de una sede episcopal, ya que el obispo coadjutor tiene derecho a sucesión cuando al diócesis ha quedado vacante.

Los obispos auxiliares se nombran ordinariamente a petición del Obispo diocesano (c. 403 § 1; 377 § 4); sin embargo la elección de la persona idónea para tal encomienda la realiza el Sumo Pontífice (c. 377). El actual código de derecho canónico, en los cánones que comprenden del 403 al 411, nos enuncia la identidad así como las responsabilidades del Obispo auxiliar. El canon 403 § 1 indica que cuando lo aconsejen las necesidades pastorales de una diócesis, se constituirán uno o varios Obispos auxiliares. El canon arriba señalado tiene su origen en el número 25 del decreto Christus Dominios del Concilio Vaticano II que señala que, para procurar debidamente el bien del pueblo de Dios habrá que nombrar Obispos auxiliares, ya que el Obispo diocesano, debido a la complejidad de ciertas diócesis, no puede realizar él solo todas las funciones episcopales, tal como lo exige el bien de las almas. Los Obispos auxiliares se conceden a la diócesis, no a la persona del Obispo diocesano.

En cuanto a las funciones del Obispo auxiliar podemos subrayar las siguientes:

El Obispo auxiliar asiste al Obispo diocesano en todo el gobierno de la diócesis, y hace sus veces cuando se encuentre ausente o impedido (c. 405 § 2).El Obispo auxiliar toma posesión de su oficio cuando presenta las letras apostólicas de su nombramiento en presencia del canciller de la curia, que levanta el acta (c. 404 § 2). El Obispo diocesano ha de nombrar al auxiliar, o a los auxiliares, Vicarios Generales o, al menos, Vicarios episcopales que dependan exclusivamente de su autoridad (c. 406). Para favorecer lo más posible el bien presente y futuro de la diócesis, el Obispo diocesano, el coadjutor y el Obispo auxiliar, deben consultarse mutuamente en los asuntos de mayor importancia (c. 407 § 1). El Obispo diocesano, al resolver los asuntos más importantes, sobre todo de carácter pastoral, consulta antes que a otros a los Obispos auxiliares (c. 407 § 2).

Como podemos observar el Obispo auxiliar, como su nombre lo indica, es un importante apoyo para que las tareas pastorales y de gobierno de una diócesis, con una población numerosa o con circunstancias complejas se realicen de una manera mas ágil y conveniente.