Editorial Periódico Camino.-El mensaje de los Obispos con motivo del 172 aniversario de la Independencia Nacional ha tenido una resonancia y acogida que nos llena de esperanza. Nuestros pastores presentaron una radiografía de los principales problemas que padecemos y que impiden que la justicia y la paz se encuentren.
Nos hablaron de la corrupción pública y privada y la falta de castigo a los responsables de este mal social que nos empobrece. De la falta de un sistema eléctrico eficiente y justo. De la precariedad del sistema de salud, del auge del narcotráfico y consumo de drogas. De que la policía es percibida por la población más como una amenaza que como una aliada para enfrentar la inseguridad que sufrimos. Realmente es un panorama sombrío.
Ante estos hechos los Obispos plantean caminos de solución, como son:
-Promover un dinamismo económico que mejore el bienestar de la población.
-La institucionalidad de la justicia, promoviendo una cultura del derecho.
-Promover el empleo y salarios justos que permitan cubrir el costo de la canasta básica.
-La promulgación de la Ley de Partidos que regule una clara elección a los puestos públicos, donde lo que prime no sea el criterio económico, sino el auténtico liderazgo social, las cualidades humanas y los principios éticos y morales que acompañen a la pro­puesta en las primarias.
– Reencauzar institucionalmente las relaciones internacionales, especialmente con Haití.
– Hacer el compromiso de promover una educación formal e informal que fomente la disciplina, el orden y el ahorro.
Hacen un llamado al Estado para que tome la firme decisión de frenar todo ­aquello que sumerge a nuestro pueblo en la pobreza natural y espiritual.
Concluyen recordándonos que para lograr que la justicia y la paz se besen es necesario una conversión al Señor. Hagamos de estas propuestas un programa de vida. No basta con aprobarlas y aplaudirlas, muchas veces para sintonizar con la Iglesia. Es urgente y necesario que las hagamos realidad en todos los espacios de la vida nacional. Todavía estamos a tiempo de construir la Patria que soñaron nuestros libertadores.