EL JESUITA REFLEXIONA SOBRE EL MOMENTO QUE VIVE LA IGLESIA CATÓLICA,
LA CRISIS MUNDIAL Y LA SITUACIÓN POLÍTICA DEL PAÍS

Activo. Aunque una rodilla lesionada que ignoró por 40 años ya no le permite subir al Pico Duarte desde 2007 y hace años dejó de vivir en Los Guandules, el padre Manuel Maza sigue en contacto directo con el sentir de un pueblo que define como esencialmente bueno, generoso y deseoso de que le dejen trabajar.

Su oficina siempre ha sido un “campo de batalla”. Suele luchar con ideas que trata de atrapar en el papel, con reflexiones, con estudiantes y maestros. Hoy está llena de cajas que, cuidadosamente, va empacando y etiquetando. “Holly Bible”, “Cristo”, “Jesús”, “Biblioteca”.

Aunque en los últimos años le ha tocado codearse con “gente de posición”, extraña sus días de “cura de barrio”, cuando vivía en Los Guandules y aprendía lecciones importantes sobre el ser humano en la parroquia Domingo Savio.

“Quien siga a Jesús va a ir contracorriente”, dice este jesuita que, tras 25 años en el recinto Santo Tomás de Aquino de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), se va a Santiago de los Caballeros para seguir en el Cibao descubriéndose “como pecador perdonado invitado a cooperar en la misión de Jesús”.
El padre Manuel Maza no ha olvidado en el camino que la iglesia -esa iglesia Católica cuya historia ha escudriñado tanto- está compuesta de seres humanos imperfectos, y es el primero en lanzarse a la autocrítica.
“La iglesia está en una transición. Tiene que encontrar su lugar en esta nueva sociedad que ni la privilegia ni le hace caso”, dice el jesuita. “Tiene que colocarse del lado de los hombres y mujeres que esperan una vida mejor; la gente que busca sus derechos”.
Se declara impactado por la violencia que se gesta en una sociedad de gente de fe, que cree en Dios y especialmente en María. “Esa mujer es una figura muy importante (para los dominicanos). Resume -aunque el pueblo no lo sepa explicar mucho- lo que ha sido Dios para su pueblo”.
-¿No es contradictorio que un país de devotos a la virgen haya tantos feminicidios?

-Confieso que estoy perplejo. No pasa día en que no maten a una mujer de manera horrible… Hay mucho machismo. El dominicano tiene ese antivalor de la inseguridad y el machismo es inseguridad. El Cardenal recordaba hace poco que hay una gran falta de autoridad, que la ley no se hace sentir. La mujer no tiene quien la proteja.
-Muchos acusan a la iglesia Católica de machista.
-Venimos de una matriz muy patriarcal y todos nosotros hemos crecido en una matriz muy machista. La iglesia Católica siempre puede ganar en más respeto de la mujer. En muchas comunidades católicas dominicanas -y también de los hermanos protestantes- la mujer tiene un papel preponderante y sin embargo todavía hay un gran camino que recorrer para que se le tenga más en cuenta, para que ocupe posiciones de decisión. Eso es verdad. La iglesia puede ganar mucho más en darle su lugar a la mujer.
Aunque reconoce sus debilidades, defiende con energía a esa iglesia capaz de hacer voluntariado, de trabajar por el bien del otro, de vivir junto a quienes más necesitan, de buscar y generar una transformación social.

Sus dos países
Lleva 45 de sus 67 años viviendo en República Dominicana, su patria adoptiva (con intervalos de estudios en Estados Unidos y Europa), y por eso tal vez habla de este país con más soltura que de su natal Cuba.
En un artículo sobre las elecciones congresuales y municipales de 2002, Maza escribió: “Como regla general, los electores saben lo que les conviene, pero reconozcamos humildemente, que no necesariamente es así en situaciones de extrema pobreza, ignorancia y astura e inveterada desinformación. Me parece que este es nuestro caso”.
Diez años después estamos “ahí mismo”, dice el historiador doctorado en Georgetown University. “De las cosas más lamentables es lo poco que hemos avanzado… Seguimos teniendo niveles de contraste muy grandes entre los que pueden (y los que no)”.
El padre Maza se mira en el espejo de sus jóvenes -y no tan jóvenes- estudiantes, que llegan “con una creciente incertidumbre… qué será del país; algunos piensan irse, otros quisieran un cambio”.
El “cura de barrio” que fue sabe aún que la mayoría de ese pueblo llano quiere trabajar. “Mucha de esa gente, aunque parezca mentira, no desea que le den limosna, sino que le den la oportunidad de trabajar, de ganarse la vida, de tener una vivienda digna y poder pagarla ”.

– ¿Por qué funciona, entonces, el clientelismo?
– Funciona porque en esos millones de personas hay gente que sí… la desesperación, el hambre es muy mala consejera, pero la mayoría lo que quiere es trabajar.
Para hablar de Cuba, a la que aún retorna con frecuencia como docente, el padre Maza escoge las palabras con el cuidado de un orfebre.
Considera que, aunque se van dando cambios, son muy lentos, y falta todavía apertura para que la gente pueda expresar lo que piensa, además de tolerancia para las disidencias.
“La jerarquía de la iglesia cubana está creando un ambiente en el que se puedan dar los cambios. Muchos los critican y quisieran que la iglesia fuera más radical. Bueno, es fácil ser radical fuera de Cuba, pero esa postura es conducente para más cambios”.
Lecciones de las crisis económicas de hoy
“Creo que es un aviso de que hay un sistema económico que no funciona”, reflexiona el padre Maza. “Es la confirmación de que todas las economías están entrelazadas”. Para el jesuita, los rescates selectivos de los poderosos reflejan que la injusticia social persiste.
“La crisis descorre el velo de las masas de gente pobre que está buscando cómo vivir y no hay dinero que rinda más que el invertido en esos pueblos”.

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PROYECTOS EN SANTIAGO
El padre Manuel Pablo Maza Miquel evita a toda costa dar a entender que se siente merecedor o gran conocedor. Va a Santiago lleno de humildad y resalta una y otra vez la importancia del trabajo que ya otros y otras hacen en las comunidades donde tiene incidencia la Compañía de Jesús.

“Junto con los compañeros que están allá, junto a la gente de la espiritualidad ignaciana, la iglesia de La Vega, Santiago… haremos el aporte que podamos hacer”, dice, tratando de explicar su misión. Él será el “Superior”, aunque prefiere que le llamen “coordinador”.

El centro Belarmino -un espacio de fe y culturaestá entre los espacios en que tendrá incidencia, donde sustituirá al padre José Núñez, mejor conocido como “Padre Chepe”, que irá al Politécnico Loyola.

Allí el padre Maza trabajará en el fortalecimiento de programas como los de “Reconciliación y Cultura de Paz”, dirigidos especialmente a jóvenes de las comunidades del norte del país.

“En El Cibao la Compañía de Jesús tiene una historia lindísima, comenzando por la gente que fundó Radio Santa María,. el liceo de Cutupú, que eran unos viejitos misioneros, o el CEFASA, el Centro de Formación y Acción Social Agraria, para campesinos y obreros, una obra lindísima”, apunta el padre Maza.
El catedrático no se desprenderá de la docencia.
En la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) de Santiago comenzará la Cátedra “La persona de Jesús” y trabajará en el área de Historia, donde busca aportar a que las clases sean más didácticas y atractivas.

María Isabel Soldevila
maria.soldevila@listindiario.com
Santo Domingo