Con el deseo de discernir nuestro caminar como colaboradores en la Misión de Cristo, nos reunimos en ciudad de México, del 26 de enero al 05 de febrero, 35 personas entre laicos, jesuitas y religiosas de distintos países (Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras, Dominicana, México, Cuba, Perú y Venezuela) para participar en el curso de formación de “Agentes Pastorales de Parroquias Jesuitas”, curso que cada dos años organiza la CPAL- Conferencia de Provinciales de América Latina y El Caribe. El encuentro se realizó en la casa de retiros de las hermanas Hijas del Sagrado Corazón de María, ubicada en Jalapa 75, en un ambiente sabroso de fraternidad y oración. Desde un comienzo nos encomendamos a Nuestra Señora de Guadalupe para que así como guió a San Juan Diego nos llevará de la mano a nuestro Señor Jesucristo, el dueño de la mies. También disfrutamos en las noches de cine en casa, intercambios culturales y paseos festivos por la ciudad de México que contribuyeron a la integración y enriquecieron la fraternidad.

La propuesta formativa fue integral y en plan de discernimiento. El primer día, llevados por la joven laica Sandra Alvarado, de manera dinámica y creativa, partimos del intercambio de experiencia y de los diversos contextos parroquiales representados por los participantes. El objetivo fue conocernos, integrarnos y descubrir nuestro momento a la luz de las dimensiones propias de una parroquia jesuita.Dibujamos, platicamos en grupos, oramos, jugamos. “Fue una especie de espejo, algo así como contrastar nuestra experiencia y la realidad de nuestra parroquia con las dimensiones de la Parroquia Jesuita”, comentó Rocío de la parroquia San Francisco Javier de Bogotá.

El segundo y tercer día, se focalizó en la línea “Comunidad de comunidades de Fe”, centradas en Jesucristo. Teniendo como énfasis los siguientes indicadores: Amor a Jesús, espiritualidad encarnada, escuela de oración, acompañamiento espiritual, espiritualidad ignaciana, colaboración laicos-jesuitas. Todo enmarcado en el Espíritu de la Evangelli Gaudium, que el Padre Luis García Orso sj, presentó teniendo como clave de interpretación la parábola del Buen Samaritano. Mientras la hermana Mercedes Casas, presidente de la CLAR, nos dio puntos teológicos espirituales para dejarnos configurar por la visitación de María a Isabel, encuentro en el que acontece una auténtica Comunidad de Fe. “esto es ir a lo central, vivenciar y seguir a Jesucristo, compartirlo y no perderse en tantas cosas”, comentó Elsa de México. Esta sección cerró con la visita a la Basílica de Nuestra Sra. de Guadalupe, allí pudimos vivenciar la devoción del pueblo Mexicano a Nuestra Señora, concelebramos la eucaristía de la Pastoral indígena, y los padres Joaquín Gallo y Raúl Cervera, sj mexicanos, nos platicaron sobre “El sentido de la religiosidad popular para el pueblo de México”. El Padre Joaquín Gallo tuvo la generosidad de acompañarnos y guiar la visita por todo el Santuario.

El cuarto día lo dedicamos a reflexionar la dimensión “Comunidad de Comunidades Misioneras”. Los Jesuitas jóvenes Jorge González y Gabriel Mendoza de la provincia mejicana, nos presentaron una investigación de contexto que realizaron desde distintas obras de la Compañía, como un modo de escucha inteligente y discernida que permite responder de manera más acertada a los desafíos de la realidad. En la tarde de ese día, se nos facilitó un instrumento de observación y nos dividimos en grupos por distintas parroquias (Sagrada Familia, San Pedro Mártir, San Ignacio de Loyola) para conocer las diversas experiencias e interactuar con equipos homólogos a nuestra misión. Las visitas fueron muy fructíferas, el compartir de mociones al final del día fue muy enriquecedor. “Me llevo una muy valiosa lista de herramientas para que, a través de un honesto estudio y discernimiento, pueda aplicar procesos de amor-acción para que seamos signos eficaces del amor de Jesucristo en el mundo”, comentó Arturo Vallín de México.

El quinto y sexto día lo dedicamos a cómo ser Comunidades de Comunidades Fraternas. ¿Cómo ser señal de fraternidad en medio de la gran ciudad y de los grandes suburbios? Durante estos dos días contamos con la cualificada presencia del padre Gónzalo Rosas sj, y de Benjamín Bravo, un padre diocesanos, dedicado integralmente a la pastoral suburbana tanto en el pastoreo como en la reflexión. El aporte y creatividad de los invitados abrió muchas esperanza y entusiasmo en los participantes. ” Estoy viendo muchas luces que me animan”, comentó Gustavo sj, un padre joven que inicia su servicio de Párroco en Paraguay.

El sexto día tuvimos la oportunidad de visitar el Museo del Virreynato de Tepotzotlán, antiguo noviciado de la Compañía de la época colonial. Guiados por Arturo Reynoso sj y la Mtra. Verónica Zaragoza, además de conocer un lugar bello y lleno de historia, nuestros guías nos compartieron el estilo de formación inculturada que tenían novicios y escolares de aquellos tiempos enfocada a su futura misión como evangelizadores

El séptimo día nos dedicamos a reflexionar sobre “Comunidad de Comunidades solidarias” ¿Cómo nuestras parroquias pueden ser señal de la Justicia que brota de la fe? Nos acompañaron en este camino vía on line el equipo de la Parroquia San Judas Tadeo en Torreón con el fin de ver cómo un Centro de DD.HH, de apoyo a migrantes y a familiares de desaparecidos por la violencia se desarrolla como parte de la estructura de una parroquia. Luego nos dirigimos en grupos a visitar tres obras sociales de la Compañía de Jesús en la ciudad de México como lo son el Centro de DDHH Padre Pro, El servicio Jesuita a Migrantes y Buena Prensa. El día de reflexión lo cerramos con la lectura meditada sobre las Opciones pastorales, del Libro Teología contemporánea del Ministerio Pastoral de Francisco Merlos Arroyo y un profundo compartir de mociones. Todos quedaron impactados con el drama de los migrantes y desaparecidos. “fue como abrir los ojos a una nueva realidad” comentó Maru de Chihuahua. Quedó en todos la triple pregunta de Ignacio en los ejercicios ¿Qué he hecho? ¿Que hago? ¿Que he de hacer por Cristo crucificado? Cerramos con la eucaristía que nos dejo un sabor a esperanza, pues era el día de la Presentación del Señor, y descubríamos, que en medio de tanto drama, muerte y exclusión, el Señor sigue mostrándose y abriendo caminos a través de gente concretas comprometidas por la vida. Nos sentimos llamados como Simeón a reconocer el paso del Señor, en lo pequeño y a celebrar la vida.

El octavo día lo focalizamos en ” Comunidad de Comunidades litúrgicas”, el Padre Raúl Martínez, diocesano y experto en pastoral urbana, nos introdujo en las lógicas urbanas y suburbanas para desde allí repensar la liturgia y ofrecer el Evangelio. En la tarde Catalina Perdomo, del CIRE de Bogotá, vía on line nos ofreció desde su experiencia el proceso didáctico de construcción de un itinerario espiritual ignaciano para la construcción de pequeñas comunidades y concluimos con la lectura personal y meditada del capítulo “La liturgia culmen de la vida de la parroquia”. El desafío es cómo celebrar la vida y la esperanza de modo que la liturgia aliente el camino hacia el reino.

El noveno día en la mañana lo dedicamos a conocer algunas obras de la Compañía en ciudad México como son vocaciones jesuitas, voluntariado y pastoral juvenil. Aquí tuvimos una reflexión sobre la cultura juvenil actual y cómo aproximarse al joven de hoy ¿Qué implica una pastoral juvenil? Después visitamos el Centro de Espiritualidad de la Parroquia Sagrada Familia y su tarea evangelizadora dentro de la misión parroquial. En la tarde de ese día: el padre José Luis Serra sj, nos dirigió un retiro con los puntos de la contemplación para alcanzar amor para sentir y gustar la experiencia y los aprendizaje y hacer de este modo una síntesis espiritual.

El décimo día fue un aterrizaje, un cómo ponerle paticas a toda la experiencia y a los aprendizajes. Nos acompañó Eduardo quintal sj y la hermana Lourdes Villagómez (teresiana de Poveda), quienes nos facilitaron criterios y herramientas para la planificación pastoral. “Fue muy iluminador y práctico”, comentó Jorge Ulloa de Venezuela.

La valoración por parte de todos los participantes fue muy positiva. La participación e interacción de laicos y jesuitas fue muy enriquecedora. La metodología fue muy acertada, combino teoría y práctica y fue muy participativa. El diseño instruccional del taller es excelente porque ayuda a que el participante vaya elaborando y sistematizando sus aprendizajes.

Dejemos que algunos participantes nos digan con su propia voz su experiencia: “Este encuentro ha sido una luz de esperanza y un oasis de gracias…nos hace caer en la cuenta que quienes sostienen el mundo son los humildes, los que saben amar, los que tienen el corazón trastocado por el amor de Jesús, somos sus servidores”. Carlos sj Colombia. “Siento una gran alegría esperanza al descubrir y captar el gran compromiso de la evangelización que implica vivir y comunicar a Jesucristo en el corazón del mundo, en el día a día, allí donde nos toca”, Hermana Fátima odn- Paraguay. “He meditado como Dios se manifiesta en muchos e insospechados sentidos. Quiero ser un provocador de reflexión, estudio, procesos para el bien de la misión… Esto lo entendí así: “del pasivo esperar al activo acudir”.

Agradecemos a todo la Provincia Mexicana por su hospitalidad y acogida. Al padre Provincial Francisco Magaña que nos presentó los desafíos de la Provincia Mexicana. Al exgordo José Luis Serra sj, quien organizó y acompañó el taller, a Fernando Casillas sj y a Olga Basila por su apoyo logístico y delicada atención. A Carlos Canillas sj por su presencia como coordinador de la CPAL. A las hermanas Hijas del Corazón de María por su delicada atención y paciencia. Todos hicieron un valioso equipo. Y por su puesto, muchos agradecimientos a todos los participantes por su interés y participación activa para que todo fluyera y se cumplieran uno a uno los objetivos planteados. Gracias a Nuestra Señora de Guadalupe que nos cubrió con su manto y nos guió al encuentro con su hijo Jesús para que está experiencia tuviera sabor a reino.

Alfredo Infante, SJ
Venezuela
Publicada en 9 · feb · 2017