La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Dominicana de Religiosos/as – CONDOR ha organizado esta Vigilia de oración rogándole a Dios que mueva el corazón del Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina, a fin de que se les restituye la nacionalidad de los/as dominicanos/as nacidos/as de padres extranjeros en el país antes de la proclamación de la Constitución actual el 26 de enero del 2010 y puedan ser reconocidos/as en su derecho como nacionales dominicanos.

De esta manera nos hacemos eco en la coyuntura actual de la Palabra de Dios que claramente declara:

“No serán ejecutados los padres por culpas de los hijos ni los hijos por culpas de los padres; cada uno será ejecutado por su propio pecado. No defraudaras el derecho del emigrante y del huérfano ni tomaras en prenda las ropas de la viuda. Recuerda fuiste esclavo en Egipto, y que allí te redimió el Señor, tu Dios; por eso Yo te mando hoy cumplir la ley.” (Dt 24, 16-17).

De esta manera procuramos ser fieles a las orientaciones del Papa Francisco en la defensa de los derechos humanos de los más vulnerables de nuestro mundo y al mismo tiempo nos colocamos en sintonía con la posición histórica de la Iglesia Dominicana al lado de las personas más desfavorecidas en nuestro país.

“La Iglesia, respondiendo al mandato de Cristo «Id y haced discípulos a todos los pueblos», está llamada a ser el Pueblo de Dios que abraza a todos los pueblos, y lleva a todos los pueblos el anuncio del Evangelio, porque en el rostro de cada persona está impreso el rostro de Cristo. Aquí se encuentra la raíz más profunda de la dignidad del ser humano, que debe ser respetada y tutelada siempre.” (Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, Papa Francisco 2014).

Y, por último, de esta manera manifestamos también nuestra solidaridad con el dolor y la injusticia, que hemos comprobado en tantos testimonios de muchas personas que viven a nuestro lado y que están sufriendo por esta situación en nuestro país. Esperamos que cualquier propuesta de ley u otra iniciativa tienda a restituir los derechos vulnerados de estas personas. Pedimos a Dios Padre quien por medio de Su Hijo Jesucristo nos ha constituido en una sola familia de darnos por Su Espíritu la gracia de vivir como hermanos/as

24 febrero de 2014.