La lucha en defensa de los derechos humanos, de las poblaciones vulnerables ocupó durante mucho la vida de Bertha Cáceres. Esta lideresa ha sido asesinada. Ismael Moreno nos cuenta sus impresiones.

Un saludo para compartir con ustedes mi dolor y mi rabia que me deja, y nos deja, el asesinato de Bertha Cáceres, altísima lideresa y conductora de procesos de lucha en defensa de los bienes naturales comunes y de las luchas de los pueblos indígenas. Ella se enfrentó con su organización de COPINH a las transnacionales chinas, estadunidenses y canadienses explotadoras de los bieneas naturales, especialmente de ríos y minería. El año pasado fue galardonada con el premio Mundial Goldman. Fue una amiga, hermana, compañera de Radio Progreso y el ERIC, y de manera particular tuvimos una historia de estrecha amistad y lucha en común. En ella se encarnan muchas de nuestras luchas indígenas, feministas, populares, comunitarias, ambientalista. Estamos muy golpeados. Ella fue constantemente amenazada. Siendo la mujer con más alto reconocimiento internacional entre el movimiento social y popular de Honduras, su asesinato muestra y deja al desnudo la indefensión de las personas y organizaciones que luchan por los derechos humanos y la defensa de los bienes naturales comunes y en contra de la venta de la soberanía nacional. Ella nos llena de orgullo. Pero su asesinato nos deja impactados.
Les comparto una fotografía que nos tomaron a ella y a mi en el año 2013 en Río Blanco cerca del río Gualcarque. Y ella, con sus bromas, me dijo mientras miraba la fotografía: «Haber quien de los dos se va primero». Les mando mi abrazo y confío en su solidaridad con las luchas que nos toca seguir profundizando. A partir de hoy en lealtad a Bertha Cáceres, nuestra hermana y compañera de camino. Melo