¿Pueden los abogados ser buenas personas? – Notas de ética del derecho

Académicos y profesionales del área jurídica y de la ética evaluaron los retos que afrontan quienes ejercen el derecho hoy en día, en especial en República Dominicana. Enfatizaron que no se puede ser un buen abogado sin mostrar rectitud dentro y fuera del ejercicio de la carrera.

Bajo el título “¿Pueden los abogados ser buenas personas?”, el Instituto Superior Bonó (ISB) congregó a los especialistas Andrés García Indra, profesor de filosofía del derecho de la Universidad de Zaragoza; Manuel Ulises Bonnelly, magistrado del Tribunal Constitucional de la República Dominicana; y Pablo Mella, coordinador académico del ISB y autor del libro Ética del posdesarrollo.


Simposio de Ética – Pablo Mella

“Cuando se analiza el ejercicio del derecho, y este no respeta las normas que le son propias, se deja de responder a la misión principal que es aportar al bien de la sociedad”, expresó el magistrado Bonnelly.

El jurista enfatizó que el ejercicio antiético de la profesión tiene grandes repercusiones en el tejido social, de donde puede derivar la corrupción.

Bonnelly advirtió, además, que este es un riesgo que deben evitar no solo el abogado que defiende a un cliente, sino también el resto de los profesionales que conforman el sistema judicial, como los jueces y fiscales.

Por tal razón, indicó que ocultar testigos, falsear evidencias u obtener información bajo amenazas o tratos inhumanos son prácticas que lesionan el ejercicio de la carrera.

El catedrático español García Indra manifestó que, dado que se desenvuelve dentro de la esfera del delito, la abogacía se ve más fácilmente afectada por los estereotipos y, por tanto, en ocasiones es considerada una profesión inmoral.

No obstante, la separación entre un mal y un buen abogado está en el equilibrio que este haga de elementos tan importantes como los siguientes: el derecho como técnica, la ponderación de los intereses, la ideología y el poder dentro de la administración de justicia, y el respeto a las normas éticas de la profesión.

Para Mella, entre tanto, una de las disyuntivas que hace al derecho entrar en “situaciones ambiguas” es la confrontación que se puede producir, en ocasiones, entre la ética y lo legal, o lo estrictamente legal.

Simposio de Ética – Pablo Mella

“La regla número uno es defender al cliente, ¿pero esa defensa se hace como sea?”, se preguntó el sacerdote jesuita.

El simposio forma parte de los encuentros sobre ética que el Instituto Superior Bonó suele hacer en febrero con motivo del Mes de la Patria. En esta ocasión se evaluó el ámbito del derecho, por considerarse de gran pertinencia y como una forma, además, de fomentar debates de relevancia en el seno de la sociedad dominicana.

Fuente: Instituto Bono