Una Joyita Histórica

José L. Sáez, S.J.

Miembro de la Academia Dominicana de la Historia

Honrar, honra

José Martí

Mi inesperado encuentro con el Dr. Pedro M. Pruna fue a través de esta joyita que quiero presentar ahora a sus lectores. Me convertí en lector suyo asiduo y buscador desde que alguien, creo que en 1993, me dejó sobre el escritorio la obra que ahora ve su segunda edición corregida y aumentada,. Y la llamo joyita sólo por lo pequeña, porque nunca pensé que en sólo 92 páginas se podía encerrar tanto valor informativo y serio. Y me resultó la joyita a la que recurrí una y otra vez para ver qué decía su autor sobre esto o aquello del antiguo Colegio San José, de La Habana, la atractiva y poco conocida obra de los jesuitas del siglo XVIII, antes de la expulsión decretada por Carlos III de Borbón.

A partir de 1987 había comenzado a hurgar y copiar en el Archivo Central de la Compañía de Jesús en Roma, y otro tanto hice en el Archivo Histórico Nacional de Madrid y luego en el de Alcalá de Henares, cuanto se relacionaba con Santo Domingo y Cuba. En mis notas aparecen ya los documentos que había almacenado en Roma y Madrid, pero mis notas de fuentes secundarias se nutrían una y otra vez de la joyita del Dr. Pruna Goodgall. No faltaba más. Era mi homenaje medio silencioso a un autor desconocido para mí, y como respuesta a aquella joyita que alguien me obsequió cuando el siglo XX estaba casi por despedirse.

Reconozco ahora que no fue un juego de primerizo eso de historiar la presencia de los jesuitas en Cuba hasta 1767. Su aporte, aunque remoto, a la ciencia y al pensar serio de unos jesuitas, quizá más capaces y ciertamente comprometidos con el progreso de la futura nación, era lo que veo como la razón de ser de esta su cuarta obra desde 1987

Otro mérito más de este trabajo del Dr. Pruna es que, a pesar de contar con un buen número de

antecesores, por una u otra razón, ha sabido mantenerse en un prudente margen. No puede el autor, ni podemos olvidar, a dos notables precursores en el tema como el dominicano Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, obispo de Cuba entre 1753 y 1768, y el historiador cubano Emilio Roig de Leuchsenring.

Antes de emprender la redacción de estas notas, pensé seriamente que un desconocido en Cuba

no era el más indicado para presentar esta segunda edición de Los Jesuitas en Cuba hasta 1767. Muy benévolo se mostró el Dr. Pruna Goodgall al acceder a que fuera yo el prologuista o presentador de esta obra. Por eso, recurrí a la cita de José Martí que aparece como motto en el encabezado de este trabajo. Como en aquella sección de Patria, me sentía honrado en honrar la labor y la obra del Dr. Pruna. Y así lo sigo creyendo.

Pero el mismo José Martí, desde la distancia, me tranquilizó, por así decirlo, cuando releí su hermosa carta-testamento político, escrita en Montecristi el 25 de marzo de 1895, hace la friolera de 121 años. En su despedida al “amigo y hermano”, el poeta y escritor Federico Henríquez y Carvajal (1848-1952), deja sentada la razón de la identidad caribeña, un sueño que muchos quisiéramos intentar aún.
Y ahora sí saludo satisfecho la salida de esta nueva edición, más vistosa sin duda, y con las mejoras que exigía y requería la primera desde 1991.
¡Bienvenida sea esta nueva edición mejorada de la joyita!

DESCARGAR LIBRO http://www.antsj.org/antillas/wp-content/uploads/2020/10/Los-Jesuitas-en-Cuba-hasta-1767_edicion-digital-I.pdf