La crisis sanitaria, y en todos los órdenes, creada por el CORONAVIRUS (Covid-19) ha impulsado reflexiones filosóficas, teológicas, sociales, culturales, políticas y económicas que nos llegan desde distintos puntos del planeta. Recogemos algunas de ellas y te invitamos a que visite las fuentes y puedas realizar una lectura pausada, orante, para sacar el mayor fruto posible.

1-La dimensión ética en el estado de emergencia
Pablo Mella , SJ
La pandemia del coronavirus COVID-19 ha sorprendido a toda la humanidad al iniciar el año 2020. Las medidas para contrarrestarla han sido diversas y radicales. En primer lugar se han impuesto, claro está, disposiciones sanitarias estrictas. En más de una ocasión, estas políticas de la salud pública han colidido secretamente con decisiones de política económica que debieron haber sido consideradas en segundo lugar, no en primer lugar.
Después de que las cosas se agravan por el desconcierto, se han implementado normas jurídicas de rango constitucional que permiten temporalmente la coerción de la población. Con los estados de excepción se pretende facilitar el control sanitario y los correctivos económicos anteriormente señalados. En el caso dominicano, se acaba de aprobar el estado de emergencia previsto en la Constitución, algo que había sido imposible en las últimas décadas en circunstancias que quizá lo ameritaban. Ello es un signo de cómo se percibe la gravedad del momento.
En estos momentos, el principio de principios que debe guiarnos es la intrínseca dignidad de la persona humana.
Pero hay una dimensión que se escapa a toda mediación oficial y a las explicaciones científicas sobre las enfermedades. Más grave aún: sin esta dimensión todas las medidas sanitarias y económicas se verán multiplicadas por cero. La dimensión de la que hablamos es la ética. LEER COMPLETO

2-«Nos creíamos invencibles»: Francisco de Roux

Nuestro invitado reflexiona sobre el momento que vivimos como sociedad. Es ahora, dice, cuando cobra sentido la determinación de avanzar a sabiendas de nuestra propia fragilidad.
Nos creíamos invencibles. Íbamos a cuadruplicar la producción mundial en las tres décadas siguientes. En 2021 tendríamos el mayor crecimiento en lo que va del siglo. Matábamos 2.000 especies por año haciendo alarde de brutalidad. Habíamos establecido como moral que bueno es todo lo que aumenta el capital y malo lo que lo disminuye, y gobiernos y ejércitos cuidaban la plata pero no la felicidad.
Se nos hizo normal que el diez por ciento más rico del mundo, Colombia incluida, se quedara cada año con el 90 por ciento del crecimiento del ingreso. Habíamos excluido a los pueblos indígenas y a los negros como inferiores. Los jóvenes se habían ido del campo porque era vergüenza ser campesinos. Estábamos pagando investigaciones para arrinconar la muerte más allá del cumpleaños 150. LEER COMPLETO

3-¿Hablar de Dios… o callar de Dios? – Blog de CJ
Darío Mollá Llácer

Darío Mollá. Confieso que me siento muy incómodo con muchos de los “discursos” sobre Dios que estoy oyendo en medio de la tragedia que estamos viviendo. Discursos que “se aprovechan” de esta inmensa tragedia y de este terrible fracaso que es la pandemia del COVID-19 para hablar de Dios, de su necesidad, de lo pobres que somos los humanos y de lo necesario que es Él. Algo así como “veis qué equivocados estabais”… No discuto la parte de verdad que tenga ese razonamiento, pero sí me molesta un cierto tono y un cierto oportunismo de hablar sobre Dios “ahora” que se ve en todas sus dimensiones la debilidad humana. Me niego a creer en un Dios que para crecer y manifestarse necesite del fracaso humano. ¿Es ese el Dios que proclamaba Jesús al decir “he venido para que tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10,10)? O ¿volvemos a eso de decir que esta vida ni vale ni importa nada y que lo que importa es la “otra” vida? Y de ahí, la pregunta con que encabezo esta reflexión: ¿es tiempo de hablar de Dios o de callar de Dios? Quizá, para no ser tan radical, lo puedo formular de otro modo ¿de qué Dios hablar? y ¿cómo hablar de Dios? LEER COMPLETO

4.-Tiempo de “confinamiento” tiempo de “discernimiento” (1)
Por: Tony Catalá, SJ
Iniciamos una serie de tres meditaciones para ayudar a que este tiempo de “confinamiento” sea tiempo de “discernimiento”, de experiencia espiritual. Discernimiento de aquello que experimentamos en nuestro interior personal, familiar o comunitario en este tiempo inesperado que ha roto nuestros modos cotidianos de estar en la vida, de estar en casa, en el trabajo, en el barrio y en la ciudad. Es la búsqueda, a través de todo ello, de lo que el Señor nos puede estar diciendo.
TODA BÚSQUEDA COMIENZA POR UNA PREGUNTA. En tiempo de tristeza, de perplejidad, de desconcierto, de incertidumbre, de miedo y de temor, de angustia… de “desolación” diría San Ignacio, ¿qué nos está diciendo el Espíritu de Jesús? En este tiempo nos planteamos delante del Señor y de los demás el sentido hondo de nuestro ser cristianos: ¿estamos en el seguimiento del Señor para la exhibición o para servir en lo oculto, en lo confinado, en lo invisible? LEER COMPLETO