El logo de la Congregación General XXXVI (C.G. 36) se inspira en el mensaje del Papa Francisco a los jesuitas con ocasión de los 200 años de la Restauración de la Compañía de Jesús, el 27 de Septiembre en nuestra Iglesia del Gesú, Roma. Su Santidad nos exhortó a saber discernir en las épocas difíciles, a ser dóciles y obedientes a la voluntad de Dios; y a remar junto a Él al servicio de la Iglesia según la llamada de Jesús a sus discípulos: Remad mar adentro (Lc 5, 4).

“Sólo el discernimiento nos salva del verdadero desarraigo, de la verdadera supresión del corazón, que es el egoísmo, la mundanidad, la pérdida de nuestro horizonte, de nuestra esperanza, que es Jesús, que es sólo Jesús. (…)

La nave de la Compañía fue zarandeada por las olas y ello no debe sorprender. También la barca de Pedro lo puede ser hoy. La noche y el poder de las tinieblas están siempre cerca. Es fatigoso remar.
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Los jesuitas deben ser expertos y valerosos remeros (Pío VII, Sollecitudo omnium Ecclesiarum): ¡Remen entonces! ¡Remen, sean fuertes, incluso con el viento en contra! ¡Rememos al servicio de la Iglesia! ¡Rememos juntos! Pero mientras remamos – todos remamos, también el Papa rema en la barca de Pedro – debemos orar tanto: ¡Señor, sálvanos! ¡Señor salva a tu pueblo! El Señor, aun si somos hombres de poca fe nos salvará. ¡Esperemos siempre en el Señor! ¡Esperemos siempre en el Señor!”

El IHS representa la barca de la Compañía en la Iglesia. El color azul verdoso de las olas representa el mar al que se nos invita a adentrarnos remando mar adentro, hacia horizontes y fronteras. La cruz representa las velas desplegadas donde sopla el Espíritu que nos ayuda a remar. El color rojo oscuro del IHS hace referencia al sello de lacra usado por San Ignacio en el tiempo fundacional, enraizándonos en la tradición del carisma original. La llama sobre la cruz representa “el Fuego que enciende otros fuegos” de la C.G. anterior que sigue ardiendo arriba del mástil para iluminar cómo discernir el rumbo y cómo remar mar adentro en nuestro contexto actual. La llama ardiendo como pábilo que no se apagará es nuestra oración animada por el Espíritu: Señor, sálvanos; esperemos siempre en el Señor – como el Papa Francisco nos invita a rezar para responder a su llamada “rememos juntos.”

Los diseñadores del logo han sido Pablo Fernández S.J. (Chile), y Elías López S.J. (España).