Nació en La Habana (Cuba) el 23 de septiembre de 1922 en una familia de 7 hermanos, hijos del político y abogado Manuel Dorta Duque y Carmen Ortiz. Recibió su formación en el Colegio de Belén (Marianao, La Habana) donde se graduó de bachiller en 1940. Pensando seguir los pasos de su padre, se inscribió en la Universidad de La Habana para seguir la carrera de Derecho. Formó parte de la Agrupación Católica Universitaria a la que ingresó como congregante el 14 de diciembre de 1941. Esos planes se interrumpieron cuando decidió ingresar en el recién abierto noviciado de Cienfuegos (Cuba), donde fue admitido el 24 de diciembre de 1941. En aquella misma casa y luego en El Calvario (Habana), hizo sus estudios de Humanidades, que concluyó en 1946 para ir al Colegio Máximo de Comillas (Santander, España) a cursar los de Filosofía (1946-1949). Hizo dos años de magisterio en el Juniorado de El Calvario, y uno más en el Colegio de Dolores (Santiago de Cuba), mientras completaba y concluía el doctorado en Filosofía por la Universidad de La Habana en 1952.
Vuelve a España a estudiar su primer año de Teología en la Universidad de Comillas (Santander), y los tres restantes en Heythrop College (Inglaterra), donde también recibió el sacerdocio el 8 de septiembre de 1955 con asistencia de sus padres y hermanos. Entre 1956 y 1957, hizo su tercera probación en Florencia (Italia), y acto seguido dedica dos años más en pos de la licenciatura en ciencias económicas y sociales en la Universidad Gregoriana de Roma (Italia). En el templo del Gesù (Roma) emitiría sus últimos votos el 2 de febrero de 1959. Ese año regresa a Cuba, poco después de iniciado el gobierno de la revolución, y es destinado al denominado Centro de Información y Acción Social (CIAS), aunque un año después le trasladan al Colegio de Belén como profesor de Ciencias Sociales. El 17 de noviembre de 1959, le tocó defender la libertad de enseñanza en un fórum sobre la reforma integral de la educación, propuesta por el gobierno de la revolución.
Cuando ese gobierno intervino oficialmente el colegio de Belén, se quedó en Cuba como párroco en Los Palacios (Pinar del Río), hasta que, acusado de contrarrevolucionario, fue deportado, junto con los demás que salieron rumbo a España en el vapor “Covadonga” el 17 de septiembre de 1961. A su regreso a Latinoamérica, fue enviado a Ecuador, primero como profesor de ciencias sociales, metafísica y teología en la Universidad Católica de Quito, y en 1964 se convirtió en superior de la iglesia y residencia, cargo en que permaneció hasta 1966, estando un año más como prefecto de estudios del Colegio Pío Latino Americano (Roma). El 23 de noviembre de ese año llega a Miami, en el que ha cumplido más de cuarenta y seis años, a hace cargo de la Asociación de Antiguos Alumnos. Sus años de trabajo y las mejoras introducidas en la revista Antiguos Alumnos, y sobre todo en el exquisito contacto personal, le hicieron prácticamente imprescindible, incluso para la vida misma del Colegio. Y así permaneció hasta que la disminución de sus fuerzas le obligó a depender de otros, recluido en la enfermería de la comunidad jesuita de Belén. Falleció en la tarde del 5 de diciembre a los 92 años de edad y 73 de Compañía.